OLIVO “LIGNUM” (DICIEMBRE 2024)
Solo hay un árbol que sus frutos guardan en su carne la memoria de siglos de viento y lluvia, de raíces que aferran el alma al suelo. Un latido verde que madura en silencio, como si el tiempo se hubiera detenido para darle el sabor de la sabiduría.
Es el olivo, con su silencio sabio y su fruto modesto, guarda en su ser un poema que sólo los que saben escuchar pueden oír: un canto eterno que se repite con cada cosecha, con cada giro de la rueda del tiempo.
Y como de cada cosecha se recogen las mejores olivas eso es lo que precisamente han hecho “OLIVO”, un grupo que aunque nuevo parece centenario como los arboles leñosos que retuercen su tronco con cada vuelta al Sol. Diez temas recogen este “Lignum” que si ya eran conocidos porque fueron lanzados como singles en plataformas digitales, ahora se dan a conocer al gran público recopilándolos y añadiendo nuevas composiciones siempre con letras comprometidas y poéticas que son un regalo para los oídos.
Nacidos en Carmona (Sevilla) en 2022 de los extintos Caronte tienen un sonido que solo suena a ellos. Metal hecho en Andalucía, con la esencia de los grandes grupos de masas pero con la intimidad de la lirica de cantes ancestrales. Actualmente presentan un cambio en su formación que queda de la siguiente forma: Tonacho Blasco a la voz, José Antonio García “Lord” al bajo y actualmente Josemi Cassani a las seis cuerdas y Josemi Jiménez a la batería. Estos cuatro jinetes del Apocalipsis nos traen diez temas que iremos desgranando uno por uno.
Lo que primero puede sorprender es la portada de este trabajo. Una creación de Patricia Campos que recrea casi bíblicamente la zarza ardiendo de la voz de la sabiduría encarnado en un olivo centenario que retuerce su cuerpo anclado a una tierra milenaria. Tras esto nos encontramos uno de los temas más conocidos: “Viejo Molinero”. Tras una dulce intro acústica se esconde una amarga historia que se plasma en unas guitarras desgarradoras. Como en cada uno de los temas, la letra no se parece en nada a cualquier cosa que hayas escuchado. Poesía con un estribillo que engancha a la primera.
“Mi Fin” trae la esencia de las canciones de los ochenta donde se retrataba a la droga como esa novia complaciente que te acaba arruinando la vida. Con toques casi flamencos a la voz de Tonacho, que le confieren un estilo propio es un cabalgar de riffs potentes llevados al máximo en su solo de guitarra. Un poema que nos embarca en la triste realidad de quien hemos perdido a alguien por las malditas sustancias.
Novedad en “Tras de Ti”, single lanzado en octubre que mezcla lo mejor del rock andaluz con el metal clásico, oscuro y potente donde la parte del estribillo se impone con claramente con esas guitarras y voces metidas en tinieblas que casi te hacen querer escapar y a la vez caer en sus redes.
“Que Dicen” sorprende por su comienzo veloz, de riff frenético, sin intro, con la voz de Tonacho como elemento sorpresa. Con gran ritmo sin dejar descansar tu oídos, enlaza una feroz batería que no parece que la baqueta toque el cuero con la locura de las seis cuerdas. Otra novedad que será bien recibida.
Una vieja conocida de los que los seguimos desde hace tiempo es “Condenas de Mentiras”. De vuelta a la crítica social, OLIVO convierte un problema de delincuencia en una obra de arte. Es el típico tema para ser coreado y perder la cabeza en directo. De nuevo, la mejor compañía para esa característica voz es la distorsión hasta el infinito de la guitarra, que culmina en una espiral de notas en el solo. Sin duda, un gran homenaje a los grupos españoles de la década de oro del rock.
“Perdido en la ciudad” es el medio tiempo perfecto para esta colección de poemas. Un tema con una cadencia casi de vals clásico de baile de año nuevo, donde la voz de Blasco nos regala bellos tonos graves sacados de lo más profundo, como si estuvieran escondidos en alguna parte del alma.
“Entre tus huellas” nos trae la velocidad en las venas. El tema ideal para pisar el acelerador y no mirar atrás. Rock, alcohol y amor se mezcla entre el virtuosismo de la guitarra, que se une al unísono con la imparable batería y el bajo de “Lord” que cobra protagonismo poco a poco desde el fondo. Una canción de Heavy Metal clásico digno de unos Judas o Maiden que en directo tiene que ser una explosión total.
En “Quizá” es tal vez donde más dejan notar el rock andaluz clásico, ese que bebe de Triana o Alameda. Un gran trabajo de Tonacho una vez mas, donde los sintetizadores cobran protagonismo, enlazando con melodías dulces de guitarras que arropan el conjunto para hacer que se te meta su melodía en la cabeza y no se te vaya jamás.
Otro “clásico” de la banda es “Madre”. Un tema en el que el trabajo de José Antonio García “Lord” es majestuoso; mas allá de ser un bajo que marca el ritmo se convierte en pieza clave de este tema que entrelaza el sonido de las cuatro cuerdas con un protagonismo total, donde se hace omnipresente desde la primera nota.
Llegamos al final con “El Guardián”, un broche de oro para este primer trabajo de los sevillanos, donde como fiesta final sacan lo mejor de ellos: gran melodía con guitarras potentes en las que la sección rítmica prima sobre todo lo demás. Como siempre, la desgarrada voz de Tonacho haciendo de maestra de ceremonia, llegando a tonos que rompen la barrera del sonido a la vez que susurran al oído bellas palabras.
Un trabajo sin duda esperado, sin nada que se le compare en sonido por su mezcla original, madurado como el mejor aceite que encierra los rayos de sol en sus gotas y el sudor de la frente de quien lo ha trabajado. Desde luego un parto lento pero precioso.
Carmen Torres